Una anécdota, atribuida a Carlos V, cuenta que al mandatario se le entregó una sentencia para que estampara su firma. La setencia decía: «Perdón imposible, que cumpla su condena». El monarca se conmovió, y antes de firmarla, movió la coma de sitio: «Perdón, imposible que cumpla su condena«. Y de ese modo, una coma cambió la suerte del condenado.
La buena puntuación es una pieza clave para la comunicación escrita. Sus fallos inciden en la imagen que se emite, y aún más importante: hacen que la comunicación sea comprensible o equívoca.
Todos hemos atravesado la situación de tratar de comprender un texto mal elaborado, por ello, es tan importante que todo escrito sea bien revisado antes de ser publicado. En Escribarte ofrecemos nuestros servicios de:
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